Llegada al torreón y observación del ritual en la "Sala de Vigilancia"

Durante la visita al Real Felipe, siendo un museo bastante visitado, nos encontramos con un grupo de personas que habían llegado con el ánimo de conocer más sobre la más grande fortaleza que habían construido los españoles en América. Es así que empezamos el recorrido con el guía: Miguel Malca, quien es guía militar al igual que todas las personas que trabajan en el museo del Ejército Peruano que se encuentra en las instalaciones de la fortaleza.

Es así que, iniciamos el recorrido hasta que llegamos al "Torreón del Rey". Ahí, avanzamos con un poco de miedo de quedarnos atrás porque Miguel, el guía, nos había comentado que los torreones estaban construidos con laberintos en su interior para que así les sea más difícil a los intrusos llegar a las partes más altas e incluso la consigna para los soldados era: "Si es que entran enemigos, no salen". Por eso continuamos sin dejar de mirar al frente para no quedarnos atrás. Lo que más nos asombró fue la zona del calabozo, en el cual encerraban hasta 80 personas de pie.

El "Torreón del Rey" consta de 3 niveles: base, machón y mirador. Pero nos enfocamos en una parte de la base llamada "Sala de Vigilancia", que se encuentra al lado del calabozo (lugar donde habíamos averiguado que existe mayor actividad paranormal), en dicha sala los soldados se sentaban para escuchar las conversaciones de los prisioneros y así poder enterarse de los planes que habían realizado antes de ser capturados.

En dicha sala, Miguel nos pidió que tomáramos asiento para una breve explicación del lugar. Así fue que nos sentamos, todos nos mirábamos, aún asombrados e incrédulos, al poder observar que era casi imposible que 80 personas pudieran caber en ese estrecho pasadizo, conocido como las mazmorras.
Además, nuestros rostros confundidos se acentuaban mientras Miguel nos contaba sobre la forma en la cual habían muerto los prisioneros e hizo un comentario sobre hechos paranormales que incluso él había presenciado.

Inmediatamente, algunas personas miraban a su alrededor como si algo fuese a suceder. Sin embargo, algunos parecían querer ocultar su miedo, al saber que estaban sentados tan cerca al calabozo donde habían muerto un sinnúmero de soldados apresados, piratas y corsarios; en especial, los que más buscaban disimular el miedo eran los hombres del grupo.
Algunas personas incluso parecía que sospechaban de algo extraño en los calabozos porque se podía ver que murmuraban al momento de ver las mazmorras. No obstante, a pesar de que fuimos 17 personas en total, incluyendo el guía, 12 personas y nosotros, los 4 integrantes del grupo, y habiendo pasado un par de horas recorriendo la fortaleza, nunca llegamos a relacionarnos entre nosotros, parecía que cada uno prestaba mayor atención al guía que a los demás integrantes del grupo. Por otro lado, en el grupo se encontraba una familia integrada por 4 personas realizaban comentarios entre sí.






Descripción y explicación de la estrategia de observación realizada.

En la observación que hemos realizado hemos utilizado la técnica de participante, más específicamente, en la calidad de observación como observador y, del mismo modo, fuimos observadores encubiertos. Esto lo podemos explicar de la siguiente manera:
Al guía que nos explicaba el recorrido del torreón del rey le explicamos, previamente y en privado, cuál era el motivo de nuestra presencia en el Real Felipe; sin embargo, a las demás personas que fueron a dicho torreón no se les informó el motivo de nuestra presencia, es decir, fuimos, para ellos, otros miembros más del tour.
Por otro lado, nuestro proyecto es sobre las almas que están presentes en el torreón del rey, estas almas, según investigaciones previas que realizamos, se les puede sentir con mayor presencia en el primer piso del torreón, específicamente en las mazmorras y el cuarto de vigilancia de las mazmorras. Es por eso que nuestra primera ubicación fue la zona de vigilancia.


En el siguiente nivel, llamado el Machón, estuvimos frente al cuarto donde se solía limpiar los cañones y donde, en la actualidad, hay unos maniquíes reproduciendo esa acción. Finalmente, estuvimos en el mirador, el último nivel del torreón, donde, según nuestras investigaciones previas, no existe presencia de los espíritus. Debido a las reglas internas que presenta la institución (El Real Felipe), los cuatro integrantes de este grupo hemos pertenecido siempre juntos en el proceso de investigación.
Debido a que este proyecto es sobre fantasmas, creímos que la forma más apropiada de tomar registros era mediante la toma de fotografías. Del mismo modo, utilizamos una libreta para anotar algunos comentarios interesantes que hacían los turistas o el guía.
Respecto a la división de trabajo, Luciana se encargó de registrar los lugares tomando fotos, Wilfredo y Carlos se encargaron de observar la conducta de los turistas y del guía y Valeria se encargaba de hacer apuntes y establecer un mapa.

Elaboración y presentación del contexto (Fotos)








Elaboración y presentación del contexto (Mapas)



Otras observaciones significativas.


A pesar de pensar que nos encontrabamos preparados para esta visita, nuestras investigaciones previas no habían reflejado con tanta claridad el miedo que ocasionan los fantasmas del Real Felipe. Nos bastó saber que los mismos soldados temían las guardias nocturnas en los torreones para aceptar la realidad de las tenebrosas apariciones. No obstante el miedo que sentíamos nosotros también, nos hubiera gustado poder apreciar en carne propia algun evento paranormal. Lamentablemente no tuvimos la oportunidad de encontrar rastros fantasmales en nuestro tour, nuestras fotos o filmaciones; sin embargo, la convicción con la que los guías (y en especial Miguel) nos afirmaban de las experiencias sobrenaturales de las que habían sido testigos, nos hacían poner la piel de gallina. Wilfredo y Luciana decidieron entrar en la oscuridad de uno de los angostos calabozos en busca de algo fuera de lo normal pero lo único que encontraron fue claustrofobia.

Nos sorprendía como los guías advertían con tanta convicción a la gente que no se alejara del grupo, que no caminaran solos por los pasillos oscuros. Poco a poco fuimos entendiendo que esto se debía a que ellos conocían los efectos que podía causar en alguna persona el hecho de presenciar un evento fantasmagórico.

Llegamos al Real Felipe con la intención de investigar todo sobre el torreón de la Reyna pero nos vimos decepcionados al enterarnos de su temporal clausura. Preguntando descubrimos que, además de las reparaciones, el torreón de la Reyna estaba clausurado debido a la gran cantidad de almas en pena que se habían sentido en su interior, clausurado debido al miedo de los soldados de ser llevados al más allá (por más que en momentos de tranquilidad consideren esto como imposible, en el momento del terror eres capaz de pensar todo tipo de cosas). A pesar de que el Rey y la Reyna son torres gemelas, exactamente iguales en su interior, hay algo más en la Reyna que nos da curiosidad.. y que pretendemos averiguar.

Antecedentes del caso elegido

Nuestra investigacion se basa en la aparición de fantasmas en la Fortaleza del Real Felipe, actualmente museo del ejército. Esta fortaleza fue construída ente 1747 y 1778 con la finalidad de defender el Callao de piratas y corsarios, de convertirse en un fuerte impenetrable en caso de la ocupación del atacante. Sin embargo, en esta fortaleza (controlada inicialmente con españoles) se efectuaron escalofriantes torturas a los prisioneros peruanos. Ellos eran recluídos principalmente en los torreones del Rey y la Reyna: verdaderos laberintos creados para que el enemigo que ingrese no pueda lograr salir con vida.
(Torreón del Rey)

Estas torturas, por ejemplo los calabozos en donde los prisioneros entraban parados y permanecían parados durante días o semanas o las dosis de agua hirviendo con sal que recibían los mismos para neutralizar los olores de las necesidades fisiológicas y la muerte, han ocasionado innumerables y dolorosos sacrificios humanos. Estas muertes tan escalofriantes son las que ocasionan que las almas en pena de los pobres prisioneros peruanos ronden por los pasillos de los laberintos del Rey y la Reyna.

Las apariciones en el Real Felipe no son novedad, se han registrado videos y fotografías con aparentes movimientos fantasmagóricos como las siguientes
Estas imágenes y entrevistas coinciden con la información que los celadores nos brindaron. No están en duda las apariciones en los torreones, más aún en el de la Reyna (que actualmente se encuentra clausurado por reparaciones.. o apariciones?), el cual es temido hasta por los mismos soldados, quienes se niegan a hacer guardias nocturnas por la alta cantidad de sucesos sobrenaturales que en el se dan. En base a esta información intentaremos elaborar una investigación fidedigna y esclarecedora sobre los fenómenos del Real Felipe.

Fantasmas en el Real Felipe

La Fortaleza del Real Felipe es una edificación militar situada en el puerto del Callao. Fue construída durante el Siglo XVIII durante los gobiernos de los virreyes José Antonio Manso de Velasco y Manuel de Amat y Juniet para defender el puerto contra los ataques de piratas y corsarios.

Es una de las pocas obras de arquitectura militar y la más grande que construyeron los españoles en América. Actualmente, su uso es turístico y sirve de sede del Museo del Ejército del Perú.

Nuestra historia se sitúa en el "Torreón del Rey", el cual, estaba equipado con depósitos de municiones, provisiones y una torre de observación. Del mismo modo, el torreón posee un calabozo semicircular en el que los detenidos permanecían de pie todo el tiempo. En este pasadizo es en donde, según aquellos que han estado en el Real Felipe por la noche, se siente, con gran intensidad, la presencia de almas que penan.

El lugar donde se siente con mayor fuerza es en el "Torreón de la Reina", pero está cerrado para los visitantes. Sin embargo, las tropas militares que si han tenido acceso a dicho lugar, dan fé y aseguran haber presenciado actividades paranormales.